Sus antecedentes se remontarían a culturas del período formativo, entre ellos Vicús, Salinar, Virú y otras. Larco afirmaba que los Cupisniques tenían como deidad tutelar al felino, dentro de múltiples variantes encontró, representaciones netamente zoomorfas. Dentro de la estructura ideológica, esta fue incorporando características mitológicas propias de su época, tal es así que la divinidad felina identificada al inicio con la expresión animal, tomó posteriormente una tendencia simbólica y estilizada.
"Ai Apaec" es la representación y la consolidación personificada de una deidad cuyos orígenes pueden rastrearse arqueológicamente, a lo largo de diversos procesos dialécticos de evolución cultural trascendiendo en las primigenias concepciones felínicas de deidades mitológicas, las cuales fueron paulatinamente concebidas, incrementando características antropomórficas en diversos procesos expresando así caracteres propios.
Del concepto de esta doble representación, ampliamente difundida en el mundo andino, aparece la dualidad con el típico felino, mostrando sus grandes colmillos sobresalientes y la configuración de la cara casi humana.
De esta divinidad se desdobla "Ai Apaec", como imagen humana en la cual se comprende mejor el concepto de creador supremo que forma todo un mundo de expresión en el arte Moche. Cronológicamente, a los moches se les ubica entre los años 100 a 800 d.C.
"Ai Apaec" con un rostro humano de apariencia severa, rígida, manifestando los últimos rezagos felínicos identificados en las arrugas, los ojos redondos y los colmillos sobresalientes y afilados.
"Ai Apaec" es la representación y la consolidación personificada de una deidad cuyos orígenes pueden rastrearse arqueológicamente, a lo largo de diversos procesos dialécticos de evolución cultural trascendiendo en las primigenias concepciones felínicas de deidades mitológicas, las cuales fueron paulatinamente concebidas, incrementando características antropomórficas en diversos procesos expresando así caracteres propios.
Del concepto de esta doble representación, ampliamente difundida en el mundo andino, aparece la dualidad con el típico felino, mostrando sus grandes colmillos sobresalientes y la configuración de la cara casi humana.
De esta divinidad se desdobla "Ai Apaec", como imagen humana en la cual se comprende mejor el concepto de creador supremo que forma todo un mundo de expresión en el arte Moche. Cronológicamente, a los moches se les ubica entre los años 100 a 800 d.C.
"Ai Apaec" con un rostro humano de apariencia severa, rígida, manifestando los últimos rezagos felínicos identificados en las arrugas, los ojos redondos y los colmillos sobresalientes y afilados.
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